lunes, 9 de febrero de 2009

El Penitente y El Jazmín


















Harto de mundos creados


ira desalamada y temor opresor


que percuten mis sueños amados


dejé atrás todo aquello que causó dolor...





Aunque las lágrimas y la soledad


golpéen y rasguen mis puertas


no abandonaré ni por un instante


esta lucha, mi penitencia...





No escapes de lo que tú has llamado


mas bien sé fuerte y el pasado...


Oh! has de él sólo un recuerdo


solo tienes tu presente renovado





Pero ay! de mí, sólo merezco dolor


oh Allah, grande es tu tormento


hoy mi carcel es oscura


y soy yo mi propio carcelero





No ocultes la llave de tu alma


pues es un jardín de felicidad


y en él habita un blanco jazmín


entre todas las flores, la más bella





Soló ella tiene el perfume


el brillo, pureza y suavidad


que en mi corazón infunde


paz, amor y tranquilidad





"¿Por qué temes corazón mío?


¿por qué te escondes?


mírate en el espejo de tu alma


¿Por qué dejas que se opaque?"





Oh Jazmín, piedad, no me mires


pues en tus ojos veo un cielo fresco


paisajes de ensueño y fantasía


que yo, inerte roca, no merezco





"¿Por qué con recelo te disfrazas


y tras muros oscuros te ocultas?


sé quién eres, pues te lastimas


basta ya y quita ese cerco de espinas"





¡Cuanta razón tienes, suave flor


y aunque mi dolor permanezca


en mi alma unos momentos más


sé que al fin podré este corazón librar!





"Pues bien mi joven penitente


lucha por lo que de ahora en más valorarás


pero, recuerda, aunque estoy aquí, sé paciente...


y debes SER, solo así pues me tomarás"





La piedad de Allah está en tu aroma


el sendero es tortuoso y parece apartado


Oh! no te marchites, mi flor paloma


espérame Jazmín pués dormiré a tu lado

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